@huelassonoras
Cuenta la leyenda que la “Dama de hierro” Margaret Thatcher dormía sólo cuatro horas, se le atribuye la frase “El sueño es para los débiles”. Benjamin Franklin también era conocido por dormir poquísimo. Creía que el sueño era una pérdida de tiempo, que le restaba productividad. Pero la frase más reveladora es de Gordon Gekko, el protagonista de la película Wall street interpretado por Michael Douglas.
El dinero nunca duerme.
Son las 2:30 de la madrugada y entre que hago un intento de collage, pienso: “¿de qué diablos voy a escribir este mes?, ¿Por qué no escribo sobre mis desveladas?” Y con este texto no quiero hacer apología al dormir poco o pegar el ojo hasta la madrugada, no que va, solo quiero contar cómo se mueve una trasnochadora.
Yo no es que duerma poquísimo, lo que pasa es que me duermo tarde, últimamente a las tres de la madrugada, pero me despierto por ahí de las nueve de la mañana, ¿eso es poco?
Si son un ser humano promedio, de esos que se toman en serio el dormir, pasaran el 36% de su vida durmiendo, si llegan a los 90 años, pasaran 32 años pegando la cabeza a la almohada, según Russell Foster uno de los grandes expertos que estudian el sueño.
¿Por qué dormimos? se pregunta Russell, la primera respuesta es que el sueño es restaurador, todo lo que hemos gastado en el día, lo reconstruimos en la noche. También dormimos para el procesamiento cerebral y la consolidación de la memoria. Dormir aumenta nuestra creatividad.
En general se ha visto que conforme pasa el tiempo se duerme menos. En la década de 50’s eran 8 horas y actualmente el promedio son 6 horas y media, pero no nos obsesionemos con los números, lo que se trata aquí como en el amor es el buen querer, acá es el buen dormir.
Charla Ted. Russell Foster ¿Por qué dormimos?
Siempre he sido una hija de la noche. Para mí dormirme antes de las doce es dificilísimo. Culpemos a la universidad. En mi época estudiantil me levantaba tempranísimo, luego tenía que hacer una siesta obligatoria (que era larguísima), me levantaba para hacer la tarea y me dormía tardísimo. Ahí empezó el desmadre.
La media noche es el inicio de mi momento más productivo, creativo, (o al menos eso quiero creer). En esos desvelos siento paz, me siento más concentrada, creativa, con ganas de leer, (el periódico o un novelón), creo collages, hablo con mis padres, hago mis caminatas nocturnas y mis charlas con mi yo. También es el momento de resolver los pendientes que he postergado en el día, si es que antes no aparecen epifanías filosóficas-creativas totalmente innecesarias y ridículas.
Me voy a poner en modo científico-teórico. Los desvelos tienen que ver con el reloj interno, ese que nos dice: despierta, come, duerme… En el caso del sueño, el reloj va enviando señales a la melatonina —hormona del sueño que aumenta cuando está oscuro y disminuye cuando hay luz—o a la temperatura corporal para que se ponga a tono para dormir. Los nocturnos tenemos un poco atrasado el reloj. ¡Ahh! también podemos culpar a los padres de sus herencias porque esos desvelos pueden ser (se está estudiando) debido a una mutación genética.
Brant Hasler, profesor adjunto de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh tiene una respuesta a cómo actúa el trío cerebro-noche-creatividad. Con el aumento en la producción de melatonina junto con la bajón de la temperatura corporal nos sentimos más somnolientos y relajados. Durante la noche, el córtex prefrontal —responsable de la concentración y el control cognitivo—, comienza a dormirse en sus laureles, eso permite una menor inhibición cognitiva, lo que facilita un pensamiento más imaginativo y creativo.
Pienso en eso, intento entender si aplica a mí. Me da la sensación de que en el día busco ideas apropiadas, correctas, pero en la noche (tal vez por haberme machacado la cabeza en el día), mi mente simplemente se quiere liberar y salir del atolladero. Ninguna idea suena demasiado descabellada, ¿o sí? Pero ignoro ese pensamiento. Escribo, imagino collages o edito audio en la noche, como una manera de que reposen y vivan durante la noche. Ya en la mañana, con la mente descansada, tomo decisiones sobre si se quedan o se van. Como se dice coloquialmente: "Lo consulto con la almohada".
¿Alguien de por aquí, también es una criatura creativa por la noche?
Y es que hay una relación directa entre creatividad, resolución de problemas y el sueño. Mientras dormimos, nuestro subconsciente trabaja bastantito intentando resolver lo que el consciente no llegó a hacer. Dormir nos da claridad. La ciencia se ha beneficiado bastante. Hay varios ejemplos de cosas que se han resuelto a partir de una buena siesta o un sueño: la tabla periódica de Dimitri Mendeléyev, el hallazgo de la estructura del ADN por James Watson o el descubrimiento de la función de los neurotransmisores de Otto Loewi.
Ahora hablemos de los mitos del buen dormir; hay varios. Russell dice que las ocho horas de sueño son un promedio, un número (como los benditos 10 mil pasos). Hay gente que necesita más, otras menos. Lo importante es escuchar a nuestro cuerpo. Si te despiertas malhumorado y te cuesta levantarte, es mala señal, o si a lo largo del día te sientes cansado y con cabezaditas, mal.
Otro mito es que irse a la cama temprano y madrugar hace que, por arte de magia, estemos más saludables. Pues no, señoras y señores. Para Russell, la única diferencia entre diurnos y nocturnos es que los primeros son:—y lo pongo textualmente como lo dice en el video—“horriblemente engreídos”.
¿Eres madrugador? Quizás debas agradecérselo a tus genes neandertales, el New York Times indaga sobre una investigación hecha por un grupo de científicos. Los investigadores encontraron más de 1000 mutaciones que eran solo exclusivas de los humanos vivos o de los neandertales. Se encontraron que muchas de estas mutaciones probablemente tenían efectos importantes en cómo funcionaba el reloj biológico.
Si les dio curiosidad el tema y se preguntan: ¿Cuántas horas duermen los otros? En esta infografía se muestran los hábitos de algunas de las personalidades que durmieron y duermen en este mundo.
Fuente: y Cultura Inquieta
Ya que estamos con el tema voy a recomendar:
El maquinista: Película en la que a Brad Anderson (Christian Bale) el sueño no se le da bien. Durante un año no ha podido dormir lo que le lleva a un deterioro físico y mental extremo, lo que le provoca alucinaciones y una pérdida de conexión con la realidad. Es un buen thriller psicológico.
Leólo: Es una película canadiense que fue nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1992. Léolo es un niño que vive en un entorno familiar disfuncional. Para evadirse de ese mundo se inventa a sí mismo a través de sus fantasías y su mundo onírico. Poesía visual.
Amy Tan en "¿Dónde se esconde la creatividad?" Es una divertidísima charla TED donde la escritora Amy Tan nos habla de la creatividad como una forma de supervivencia o se pregunta si es simplemente producto de la casualidad.
Regresa el Enigma Sonoro. En esta ocasión el sonido fue grabado por Luz Rodríguez que escribe la newsletter , carta dominical en la que Luz cuenta sus viajes.
Les dejo una pista, el sonido es de Santa Fe de Antioquia, Colombia ¿Qué será?
Esta entrega fue auspiciada por Snoop Dogg que aparte de cargar la antorcha olímpica en los juegos de París 2024, también hace musiquita. Acá un mix.
Antes de la despedida van los anuncios parroquiales. En el último mes ha crecido el número de lectores desde Argentina, ¡muchas gracias!, se extiende el agradecimiento a los lectores de España, México, Colombia y Estados Unidos.
También quiero agradecer a Carolina de Una vida en el bosque por recomendar De este lado. Tiene un lindo podcast Relatos sonoros de la montaña. Escúchenlo.
Para que mi felicidad sea plena, me gusta que me leas, pero me gusta más y me hace más feliz que me hagas compañía con tus comentarios.
Gracias por leerme y por la escuchadera.
Para los que me leen en España ¡Feliz verano y felices vacaciones!
¡Nos vemos en septiembre!
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¡Adiós!
Yo debo tener mucho gen neandertal.