
Hace años recibí un regalo inesperado: la novela gráfica Fun Home de Alison Bechdel. No voy a mentir, al desenvolver el regalo sentí una profunda decepción: ¿un cómic? Llegué llena de prejuicios a la lectura, pero dije vamos a ver. Lo que me sucedió con esa lectura lo puedes leer aquí. Cuento esto porque creo que hay personas que nos conocen mejor que nosotros, casi casi nos leen la mente y nos echan el cantadito: sabía que te iba a gustar.
En un mundo lleno de influencers, de videítos, imágenes, textos que “recomiendan”, hay algo que todavía es infalible y es el boca a boca. Así lo demuestra un estudio publicado en el 2021 por Global Trust in Advertising Study que encuestó a 40.000 personas en 56 países. El estudio es un análisis que evalúa el sentimiento del consumidor hacia los medios publicitarios. El objetivo era entender qué genera confianza y qué impulsa la acción del consumidor. Acá un dato interesante:
El 88% de los encuestados confía más en las recomendaciones de personas que conocen.
El pensador coreano Byung-Chul Han en su libro La sociedad de la transparencia nos habla de la sociedad de la exposición, nos dice que el nuevo orden mundial es que todo, todo esté expuesto, pero esa misma exposición genera una desconfianza generalizada —a mí sí— Luego están los algoritmos, que supuestamente nos ofrecen una visión personalizada del mundo, y al final nos la da sesgada.
La publicidad digital, aunque omnipresente, carece de la calidez y la autenticidad que encontramos en la recomendación de alguien que realmente disfrutó de algo y quiere compartirlo con nosotros. Parafraseando a Byung-Chul Han la recomendación en este mundo digital ha perdido su valor cultural y es más que nada un insumo de consumo.
Para mí las recomendaciones de amigos y familiares adquieren una relevancia importante, en algunos casos son mis guías culturales a la hora de pensar qué libro leer, qué podcast escuchar, qué serie o película ver…
El año pasado se me ocurrió hablar de los libros y podcasts que más disfruté en 2023, que me hicieron sentir mariposas en la mente y en las emociones. Este año vuelvo a hacer lo mismo porque de nuevo he sentido las mariposas. Yo soy muy disfrutona recomendando, cuando algo me genera placer al leerlo, escucharlo, saborearlo o verlo, tengo un deseo desmedido por que otra persona pueda disfrutar igual o más que yo, y que el entusiasmo por esa cosa recomendada crezca.
Algunas de estas recomendaciones que les hago han surgido a partir de las sugerencias que otros me han hecho a mí —gracias a todos los que me han recomendado libros y podcasts—. Aspiro a que ustedes (aunque la mayoría no me conozca personalmente) se fíen de mí y les dé el gusanito de escuchar o leer alguna de las recomendaciones que les hago.
Podcast
Este año he salido de mi zona de confort, eso quiere que no solo he escuchado podcast narrativos, me he lanzado a la piscina y he escuchado más podcast conversacionales y de ficción. Ha valido la pena, algunos de ellos ya están en mi altarcito de podcast a idolatrar.
De la selección que he hecho aparecen los podcast que descubrí este año (que no necesariamente se publicaron en el 2024), y me gustaron por el tema, el guion, el narrador, los testimonios, el diseño de sonido… No aparecen los mejores, sino a los que a mí me movieron algo por dentro.
Ahí van algunas reseñas.
Conversacionales:
Este podcast es del sello editorial barcelonés Anagrama. La consigna es: una conversación sin presentador ni reglas.
El abanico de las conversaciones es muy amplio: van desde cómo poner un título a un libro, la inspiración, el ensayo, y también te encuentras conversaciones en torno a la amistad, el amor, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ouijas y drogas. Me imagino que así son las conversaciones que tienen los escritores cuando hablan entre ellos mientras toman una copa en el bar.
Juliana y Alejando ven televisión
Este podcast es la constatación de que el charladito narrativo puede ser tremendamente informativo y entretenido. Aquí los dos hosts hablan de series que son bastante mainstream, pero no se quedan solo en contarnos de qué van las series, van más allá: nos hablan de cómo se escogen las locaciones, por qué grabar en Londres o Nueva York tiene más de geopolítica que las cumbres mundiales o cómo opera la política pudorosa de Hollywood. ¡Oh my god!, se le vieron las "pompis", pero no tienen reparos en mostrar sangre, armas, guerra.
Yo con este podcast me he reído y aprendido un montón sobre cómo opera la industria del entretenimiento.
Narrativos:
Creado y narrado por Maxi Guerra, este podcast es un ensayo que exploran la intersección entre la comida, eventos históricos, políticos y sociales.
Se puede palpar la enorme bibliografía que hay detrás para darle rigurosidad a lo que escuchamos, pero sin encorsetarlo en un formato aburrido. Agradezco que haya una mezcla equilibrada entre información y reflexiones. Maxi nos habla por ejemplo de la relación entre una cafetera italiana, el futurismo y el fascismo, la historia de una famosa vaca lechera cubana y su conexión con Fidel Castro y el papel de Pepsi en la Guerra Fría.
Este podcast es narrado por Elkin Oliveros, cofundador y diseñador sonoro de la productora Cartagena Federal. El podcast se centra en la exploración del conflicto armado en Colombia. Elkin nos revela sin tapujos su poca comprensión del Informe de la Comisión de la Verdad, un documento que busca esclarecer las causas y consecuencias de la guerra en el país. Este enfoque nos permite a los oyentes acompañar a Elkin en la comprensión de ese documento y de las consecuencias de la violencia en el país.
Cada episodio combina ensayos personales, entrevistas con ciudadanos y expertos, así como material de archivo. Amé especialmente los momentos en los que habla de sus dudas, las conversaciones con el equipo de producción; eso le da un toque muy fresco para un tema que es profundamente doloroso. Una muestra de que no hay que anclarse a formatos, hay que reinventarse a la hora de contar historias.
La periodista Isabel Coella indaga en la vida de mujeres que han sido sobrevivientes de maltrato físico, sexual y psicológico por parte de familiares y parejas. Es duro de escuchar, pero a la vez te da esperanza saber que muchas mujeres han podido salir de esa vorágine de violencia. En cierto sentido, escucharlas es muy pedagógico porque en un mundo en donde todos opinamos sobre la vida de los demás y es muy fácil decir: sí que es tonta, yo ya lo hubiera dejado, cómo se deja maltratar así. La escucha nos hace más empáticas y nos hace comprender que la violencia de género no solo es una cuestión de dos.
En una industria que busca algo perfectamente producido, irrumpe este proyecto narrado por abuelas, niños y madres de la comunidad campesina de Santa Clara del Ojeal que viven en Perú a las orillas del río Amazonas. Algunos miembros de la comunidad se aventuraron a agarrar por primera vez grabadora y micrófono para relatar sus luchas, anhelos, fe, miedos y las alegrías de sus vidas. Que sus habitantes sean a la vez protagonistas y coautores del podcast, lo convierte en una narración sonora de la comunidad. Las grabaciones son “imperfectas” y ahí encontramos una especie de belleza.
Historia coral que nos cuenta la vida de la familia Fernández Cortés, que vivió en la Sierra de la Macarena, Colombia, una región bella, pero atravesada por el contexto de violencia que se apoderó del país. Quien nos narra la historia es Seluna, que episodio tras episodio nos habla con total naturalidad y cercanía de la lucha de sus padres (Sarita y Melco) por criar a sus cinco hijos (lejos de convencionalismo) y conservar la naturaleza.
Lo más interesante es ver las posibilidades que nos brinda el audio para narrar las historias propias, indagar en nuestras historias familiares y convertirlas en un pequeño tesoro que nos permite hacer y preservar la memoria familiar y la de un país.
Ficción:
Antes de hacer la reseña toca contarles que no he escuchado la primera temporada, me fui directo a la segunda.
En esta temporada, seguimos a Carlos, un ingeniero informático mexicano cuya vida da un giro tras la desaparición de Titania, una inteligencia artificial que había revolucionado la forma en que las personas interactúan con la tecnología. La serie combina elementos de thriller y ciencia ficción, explorando temas como la ciberseguridad, los peligros de la ingeniería social y las implicaciones de vivir en un mundo hiperconectado. Sé que suena a otra ficción sobre IA, pero creanme las actuaciones son muy buenas, y el diseño de sonido de Ignacio Cantisano es impecable.
La historia arranca cuando los sistemas informáticos de todos los bancos del mundo fallan de un porrazo, dejando las cuentas a cero y generando un caos global. La historia se centra en un pequeño pueblo del país vasco (España) con una sola oficina bancaria. La trama sigue a su única empleada mientras enfrenta las consecuencias del cataclismo financiero. Ese enfoque narrativo me parece una apuesta arriesgada, pero resulta.
Disfruté especialmente el diseño sonoro de los hábiles oídos de Teo Rodríguez, uno de los grandes cuando hablamos de crear ambientes sonoros. A través de una tormenta de fondo nos lleva a ese pueblo o nos hace sentir que estamos dentro de una bóveda de un banco en plan claustrofóbico. Todos estos elementos hacen que sintamos tensión y profundidad narrativa.
Libros
Este año he leído menos que el año pasado y eso me da una especie de zozobra. Espero regresar al ritmazo que tenía en otros años. Aún así, he disfrutado y llorado (también) con estas lecturas que me acompañaron en el sofá, la cama, la cocina, las bancas, las cafeterías, las filas del supermercado, los amaneceres, los atardeceres, mientras caminaba y más.
Chicas Muertas
La escritora Selva Almada aborda un tema desgarrador que nos sacude cada día: los feminicidios. Nos habla concretamente de tres ocurridos en la década de 1980 en diferentes pueblos del interior de Argentina.
Almada utiliza un estilo narrativo que mezcla la investigación periodística con literatura. Reconstruye las historias de estas jóvenes a través de entrevistas con familiares, amigos y testigos.
Una de las cosas más valiosas es que Almada intercala sus propias experiencias y recuerdos de infancia, lo que añade una capa personal y emotiva al relato. Mientras leía el libro hice también un repaso de todas las veces que mi yo niña, adolescente y adulta fui atravesada por momentos en los que pasé miedo y me sentí vulnerada por el simple hecho de ser mujer.
Solito
Un extraordinario relato autobiográfico escrito por Javier Zamora que narra su travesía —a la edad de 9 años— desde El Salvador hasta Estados Unidos para reencontrarse con sus padres. Este viaje se convirtió en una odisea que marcó profundamente su vida.
Hay una mirada única y real sobre la migración, contada desde los ojos inocentes de un niño. Es asombrosa la precisión y detalle que encontramos en la crónica de este viaje a través de cuatro países, lleno de peligros, pero también lleno de vínculos inesperados con otros migrantes.
Nota aparte: Uno de los seres más queridos de Javier es su tía Mali.
Mejor Oler a Mar
Un ensayo gastronómico escrito por la periodista mexicana Ana Luisa Islas que explora la apropiación cultural culinaria desde una mirada personal y migratoria.
El libro es una invitación a decolonizar nuestros pensamientos, nuestro hacer y nuestras cocinas. Una reflexión profunda, pero a la vez llena de humor sobre cómo los ingredientes y las personas viajan. Ana Luisa sobre todo pone el dedo en que muchos platos insignia de las cocinas alrededor de Europa no serían posibles sin los ingredientes que fueron traídos desde América.
Un viaje identitario que explora la migración desde múltiples dimensiones: física, emocional y cultural.
Ana Luisa fue protagonista de un episodio del podcast que produzco (haz clic si quieres escuchar).
¿ A ustedes cuáles libros y podcasts les gustaron gratamente en el 2024?
Esta entrega iba a ser auspiciada por el algoritmo de Spotify, pero al final he escogido libremente a Chaka Khan y la canción I’m Every Woman.
Anuncio parroquial
El mes de enero no habrá entrega de la nius (por eso me adelanté). Ustedes comprenderán que el mes de diciembre está consagrado a los festejos y como soy una persona seriísima; quiero hacer las pertinentes lecturas, las miraditas a videitos y la escuchadera de podcast para la escritura de la nius, así que con su permiso me reservo enero para recargar pilas.
Parafraseando al escritor español Jorge Carrión; que no te dé flojera entrar en los links de los artículos, audios y videos, solo tienen sentido si son leídos, escuchados o vistos.
Cualquier cosa, aquí andamos. Me gusta que me leas, pero me gusta más y me hace más feliz que me hagas compañía con tus comentarios.
Agradezco infinitamente a los nuevos suscriptores y a los que han estado ahí desde hace rato. Gracias por concederme un tiempito para leer y escuchar la nius.
¡Ya casi es 2025!!
¡Adiós!
Y de colofón puedes seguirme en:
El año pasado leí el de Chicas Muertas y me pareció un Li-BRA-ZO.
En mis lecturas del 2024 ocupan el Top 3 La península de las casas vacías de David Uclés, que me voló la cabeza, el de La llamada de Leila Guerriero, que es como muy Leila pero a la onceava potencia, y el de Hierba de Gendry-Kim y Keum Suk. Es una novela gráfica que, en mi opinión, está a la altura de Maus y de Persépolis.
Pregunta: la tía Mali de Javier Zamora es la Mali de De este lado???
Felices Fiestas. Se te extrañará en enero.
Gracias por esas recomendaciones! Yo soy 100% de guiarme por el boca a boca!
Gastropolítica es de mis favoritos, aunque no escucho demasiados podcast, vere si me prendo con alguno de esos que mencionaste. Pero sí me llevo con mucho entusiasmo los libros Solito y Mejor oler a mar, ya que son de temáticas que me interesan! Así que gracias! 🙌🏼