
El lenguaje consiste en compartir: historias, opiniones, preguntas, ideas, emociones, sentimientos, fantasías… lo que me fascina es que lo podemos hacer de siete mil formas distintas, equivalente a las lenguas que existen en el mundo. Cada una de esas lenguas son una forma de representar el mundo, nuestro mundo.
El lenguaje lo inauguró el Homo, (eso fue hace 2-3 millones de años atrás) en todas sus versiones: Homo habillis, Homo erectus, Homo neanderthalensis y finalmente el Homo sapiens. Eso significó que hubo una transición al lenguaje gestual. Se pasó de representar acciones a señales abstractas más eficaces y eso fue lo que nos llevó al lenguaje hablado. El resultado práctico fue que el lenguaje verbal liberó a nuestras manos de su función meramente comunicativa (a menos que seas italiano) y en su lugar fueran utilizadas para usar herramientas. A partir de ahí el Homo, allá donde iba, calentaba la garganta para crear sonidos que representaran sus necesidades y pensamientos. En este artículo “En busca del origen del lenguaje” de la revista Ethic, da algunas pistas para comprender ese proceso.
Los padres nos heredan cosas, el mío su antiyanquismo. Durante años renegué del inglés y tuve cero interés en aprender el idioma. Ahora ya me he reconciliado. Espero que mi padre lo entienda. Para ser honesta, no soy muy hábil con los idiomas, me toca machacarle bastante y ser ratón de biblioteca.
Pero un día cualquiera, impulsada por un no sé qué irracional, pensé que era buena idea estudiar un idioma por el simple placer de hacerlo, sin las ataduras imperialistas del capitalismo. Sin más dije “pues vamos a estudiar japonés” así de sopetón, ¿qué puede salir mal? No soy fan de los mangas, (les sorprendería saber el porcentaje altísimo de personas que se ponen a darle al kanji para leer sus mangas en V.O.) simplemente me pareció curioso intentar aprenderlo, además que la cultura japonesa siempre me ha parecido enigmática y le tengo una cierta admiración.
¿Qué aprendí? El japonés es complicado, sobre todo en la escritura, pero gramaticalmente y sonoramente es mucho más sencillo que el español. Tiene tres alfabetos: hiragana, katakana y kanjis.
El katakana se utiliza para escribir palabras extranjeras, por ejemplo mi nombre se escribe así:
マリナリ (Marinari)
Es momento para el enigma sonoro en clave japonesa.
¿Qué habré dicho?
Los Kanjis, aunque son difíciles porque toca memorizarlos, —y saber el orden del trazo a la hora de escribirlos— son bellos y una vez que entiendes su “lógica” te enamoras y sin ellos no concibes la escritura. Son grandes aliados cuando no entiendes del todo una frase porque te van dando pistas.
Les presento el kanji (Taito) que significa carácter japonés. Tiene 84 trazos. Es el kanji más complejo.
Descripción del kanji: La parte de arriba está compuesta por una triple nube 雲 y la parte de abajo por un triple dragón 龍. Las tres nubes significan que está muy nublado, y los tres dragones significa «aparición de un dragón volando».
El idioma nos puede decir mucho sobre cómo conciben el mundo los japoneses, acá unas pistas:
Uso de expresiones que buscan el consenso y evitan el conflicto directo.
La existencia de niveles de cortesía (keigo) que reflejan la importancia de las jerarquías sociales.
La tendencia a omitir el sujeto en las oraciones, enfatizando el contexto sobre el individuo.
No hay un tiempo futuro explícito, sugiriendo una menor preocupación por el futuro lejano.
Cuando aprendes un idioma no sólo aprendes unas palabras, reglas gramaticales, pronunciación…descubres una nueva forma de concebir, de pensar el mundo.
“Tener una segunda lengua es tener una segunda alma”
Carlomagno
Esto me llevó a Lera Boroditsky una científica cognitiva especializada en el estudio de cómo el lenguaje influye en el pensamiento y la percepción.
Sus temas de investigación se enfocan en cómo personas con diferentes contextos lingüísticos actúa o tiene comportamientos distintos ante ciertos eventos
¿La lengua que hablamos moldea nuestra forma de pensar?
Muchas lenguas tienen género gramatical, —en japonés no—. En alemán, sol es femenino, pero en español es masculino. Lera Boroditsky se pregunta ¿Puedo tener esto consecuencias en cómo piensan las personas? La respuestas es sí. Por ejemplo en alemán, puente es femenino y cuando se les pide a los alemanes que describan un puente utilizan adjetivos como hermoso, elegante… palabras que socialmente se les asigna a lo femenino, mientras que los que hablamos español diríamos fuerte, largo… porque la palabra es masculina.
Otra particularidad de las lenguas, explica Lera, es que las personas que hablan diferentes idiomas les prestan atención a diferentes cosas dependiendo las necesidades de las lenguas. En el caso hipotético de un crimen que presencian diferentes personas de varias nacionalidades, cada persona va a recordar cosas distintas, porque su lengua le ha dado más importancia a una cosa más que a otra. La diversidad lingüística nos revela lo ingeniosa y misteriosa que puede ser la mente humana.
Lera menciona una cosa que me parece interesantísima. La mayoría de las investigaciones sobre el lenguaje se hacen en inglés, hay un sesgo importante porque, como hemos visto, las lenguas son una forma de concebir el mundo. ¿Un estudio hecho desde una perspectiva japonesa cómo abordaría el tema del lenguaje?
How language shapes the way we think | Lera Boroditsky | TED
La estudiadera del japonés me llevó a tener amigos japoneses que me explicaron desde cómo usar los palillos, hacer okonomiyaki (versión de una pizza a la japonesa) hasta comprender que para ellos cosas como la confianza, el honor, el compromiso son los pilares en los que está cimentada su cultura.
Además de conocer un universo que va más allá de mangas, kimonos, geishas… hay un universo en el que convive lo tecnológico con una cultura milenaria. Para mí fue un reto intentar entender que en la sociedad japonesa hay una presión social brutal por ser el mejor, donde los índices de suicidio son muy altos, la gente cada vez opta —de forma voluntaria ¿o no?— aislarse y convertirse en un hikikomori, una cultura en la cual a los hombres les cuesta relacionarse con las mujeres y recurren entre otras cosas al hentai —porno en manga— y demás excentricidades, pero también darme cuenta que cuando un japonés entra en tu vida se convierte en alguien muy cercano que siempre se mostrará agradecido y buscará ayudarte.
Aprender japonés también me llevó a ser coordinadora de Aprenem una iniciativa ciudadana de intercambio de idiomas en la que tú enseñas tu idioma materno y después te conviertes en estudiante de otra lengua que quieras aprender. Yo enseñaba castellano y japonés (básico) y recibía “clases” de japonés. No era una clase formal, ahí el tema central era entender la lengua en su contexto y plantear dudas sobre usos de expresiones coloquiales con personas nativas. Fue una gran experiencia.
Y para los que les gusta el chisme y están intrigados: estudié cuatro años japonés y estuve a un pasito del nivel intermedio. No descarto volver algún día…

Acá palabras y expresiones japonesas curiosas:
Komorebi (木漏れ日)
Luz que se filtra a través de las hojas.
Ukiyo (浮世)
Vivir el presente, lejos de las preocupaciones de la vida.
Boketto (ぼけっと)
Mirar al vacío sin pensar en nada en particular.Shinrin-yoku (森林浴)
Adentrarse en el bosque para relajarse.
Wabi-sabi (わびさび)
Encontrar la belleza en las imperfecciones.Yūgen (幽玄):
Sentir emociones intensas e inexplicables.
Ya que estamos con el tema voy a recomendar:
Una pastelería en Tokio: Una película preciosa en la que una anciana (Tokue) prepara un exquisito anko (pasta dulce de judías) y transforma la pastelería de Sentaro y las vidas de quienes lo rodean. Una película que habla sobre las conexiones humanas y la búsqueda de significado a través de tres generaciones. Una oportunidad también para escuchar la polifonía del japonés.
Efecto Eureka: Un podcast en el que se habla de literatura y neurociencia. Los presentadores son Hernando Santamaría, doctor en neurociencia, y la comunicadora social Camila Builes. Invitan a escritores para que hablen sobre sus procesos creativos. En especial recomiendo el episodio “Palabras” en el que conversan con el escritor y neurocientífico Mariano Sigman sobre cómo las palabras ocurren en nuestro cerebro de formas misteriosas.
Super carteles: Es una cuenta de Instagram y de X que a través de fotografías de carteles nos muestran cómo, en pocas palabras, los mexicanos condensan la sabiduría popular. Los mensajes son directos, divertidos y van directo al corazón.
Parafraseando al escritor español Jorge Carrión; que no te dé flojera entrar en los links de los artículos, audios y videos, sólo tienen sentido si son leídos, escuchados o vistos.
Esta entrega fue auspiciada por el compositor japonés Ryuichi Sakamoto y la canción Rain —LA AMO — que es parte del soundtrack de The last emperor película que descubrí en mi adolescencia y de la que estoy profundamente enamorada.
Me gusta que me leas, pero me gusta más y me hace más feliz que me hagas compañía con tus comentarios.
Gracias por leerme y por la escuchadera.
¡Nos vemos el próximo mes!
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¡Adiós!
Estudié un año japonés y lo olvidé todo. Ahora estoy a vueltas con el coreano. Se me resiste, pero pienso que algo tiene que ayudar para retrasar el envejecimiento del cerebro porque no sólo es que aprendes un alfabeto, una nueva gramática, un nuevo vocabulario...es que te enfrentas a otra forma de ver el mundo, la vida. El cerebro se esfuerza...
Muy lindo post. A mí se me abrió la cabeza cuando una vez, leyendo sobre cómo el idioma y la gramática influye en nuestra forma de pensar, se explicaba que incluso las matemáticas no sin un idioma universal. Esto se debe a que en occidente pensamos en forma lineal -de la misma forma en la que hablamos, escribimos y leemos-, mientras que en oriente se piensa de forma conceptual. Por eso algunos problemas matematicos que no se pidían resolver en occidente se han resuelto en oriente. Durante muchos años estuve trabajando en un estudio de arquitectura japonés, al inicio de mi carrera, desde entonces tengo fascinación por su cultura. En este momdnto estoy leyendo 'Gestualidad japonesa', de Michitarō Tada. Lo más bonito es que te hace reflexionar sobre las formas de comportamiento propias. Y eso es lo que me ha gustado de tu post, muy bonito, ojalá continúes en algún momento el nivel intermedio.